Cuando falta el genuino compromiso con la verdad: respuesta al editorial de La Nación sobre el Dr. Albino y sus teorías

Por el Dr. Pedro Cahn, Director Científico de Fundación Huésped. Ex Presidente de la Sociedad Internacional de sida.

El día 25 de agosto, el diario La Nación publica un editorial sin firma (lo que implica que representa la opinión de la empresa que lo edita) haciendo un panegírico sobre el Dr. Abel Albino y sus afirmaciones sobre la inutilidad del uso del preservativo para prevenir la transmisión del HIV, basado en su capacidad de “filtrar a través de la porcelana”.

Hemos explicado oportunamente que ese concepto data de 1899, cuando se descubre un nuevo tipo de microoorganismos (los virus) que filtraban a través de los filtros de porcelana, solo que ésta era porosa, a diferencia de la porcelana esmaltada con la cual tomamos un te.

La no aclaración de esta diferencia, solo puede deberse a ignorancia o mala fe de quienes la omiten, como el lector puede comprobar llenado su taza de agua y viendo que nada filtra a su través. El mencionado profesional omite también que la porcelana ha dejado de usarse en los laboratorios de microbiología hace muchas décadas. Pero lo más grave es que sus afirmaciones tienen el potencial de desalentar el uso del preservativo, en momentos en que, solo en Argentina, se diagnostican más de 6500 casos nuevos de HIV por año.

Lo insólito es que La Nación editorialice haciéndose eco de esta falsedad y le agregue conceptos mentirosos que paso a detallar. Menciona como respaldo al Dr. Edward Green de la universidad de Harvard como “uno de los más prestigiosos expertos en sida”. Dado que, pese a estudiar esta problemática desde 1982, no conocía su nombre, busqué en la página de referencia bibliográfica más relevante (PubMed), donde el Dr. Green (que es antropólogo, no médico) tiene 23 trabajos publicados, todos ellos referidos al valor de la abstinencia y la reducción del número de parejas sexuales como forma de combatir la epidemia. Uno de los trabajos se llama “Del primer amor al matrimonio y la madurez”. Para conocimiento del lector, algunos de los tantos científicas y científicos que no dudan sobre la eficacia del preservativo, como la premio Nobel Dra. Françoise Barre-Sinoussi, registra en la misma página 294 trabajos y, nuestro connacional el Dr. Julio Montaner, registra 1009. De modo que el supuesto prestigioso experto lo será a los ojos del editorialista, pero no a los de la comunidad científica.

Lo más indignante del editorial es la siguiente afirmación: “Que profesionales médicos cuestionen la veracidad de estas afirmaciones solo puede explicarse desde los mezquinos intereses que pueden estar moviéndolos”. ¿Cuáles son esos intereses mezquinos, Sr. editorialista? ¿Qué interés mezquino mueve a la Organización Mundila de la Salud, a los organismos internacionales como ONUSIDA, UNICEF o UNESCO, a los sucesivos Ministros de Salud de los diferentes gobiernos de nuestro país y de la casi totalidad de los países del mundo, exceptuando, claro, aquellos gobernados por dictaduras teocráticas.

Promover la abstinencia y la fidelidad es un excelente aporte a lucha contra el sida y otras infecciones de transmisión sexual. La Iglesia Católica lo viene haciendo hace más de 2000 años. Pero a luz de la realidad, ese aporte es claramente insuficiente frente a una epidemia que ya se cobró la vida de 35 millones de personas y crece a un ritmo de 5000 nuevas infecciones por día.

Finalmente, pero no menos importante, sobre los supuestos méritos del Dr. Albino en el campo de la pediatría, remito al lector a la opinión de la Sociedad Argentina de Pediatría. Resulta muy desalentador que un medio como La Nación difunda lo que hoy conocemos como “fake news”.

 

 

 

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